Competencias existenciales para docentes
Del 10 al 12 de julio la FCN participó en los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco con el curso: Competencias existenciales para docentes.
Diálogo vivo con el profesorado...
¿Qué busca siendo educador? ¿Qué necesita para serlo? ¿De qué carece, qué le sobra, qué ignora, qué desea? La triple visión desde el enfoque humanista: hacer, pensar, sentir; mi cuerpo, mi intuición, yo-nosotros; introspección, expresión, presencia; tradición, innovación, presente activo, con recursos que vienen de la psicoterapia.
Curso teórico vivencial en tres días con sucesión de charlas, actividades grupales, rondas de escucha, discusión de las materias. Enfoque de la psicología humanista en la síntesis elaborada por Claudio Naranjo: psicología y psicoterapia, comunicación, autoconocimiento volcado hacia una reconsideración profunda del hecho educacional.
Objetivos
Desarrollar confianza en nuestros impulsos, en la sabiduría de nuestra espontaneidad y en el placer para fomentar nuestro patrimonio creativo. Desarrollar la atención y la intuición para facilitar la empatía, la quietud y la paz interna interpersonal.
Conocer las dinámicas intrapersonales para entender como el estilo de personalidad dificulta o facilita la relación con el alumnado.
Profesorado
- Francis Elizalde
- Assumpta Mateu
- Fresia Robledo
*Nota: Grazia Cecchini por motivos personales no podrá participar en el curso como estaba programado.
Talleres
Día 10 de julio - Cuerpo y sabiduría instintiva.
En la educación, como en tantos aspectos de la sociedad actual, el cuerpo ha sido relegado a un rol “instrumental”, como una mera maquina al servicio del hacer, hasta ser descuidado o maltratado para que sea productivo o vendible. Hemos olvidado la sabiduría de los instintos, que nos guían naturalmente hacia el bienestar de uno/a mismo/a y del entorno.
Desarrollar confianza en nuestros impulsos, en la sabiduría de nuestra espontaneidad y en el placer, fundamenta cualquier aprendizaje, extendiendo la conciencia de lo que somos a todo el cuerpo. Se trata de entenderlo y vivirlo para recuperar ese patrimonio creativo nuestro que permitirá a los jóvenes desarrollar proyectos de vida y profesionales originales y profundamente satisfactorios.
Día 11 de julio - La atención. La sabiduría intuitiva.
Hemos descuidado el instinto y la relación amorosa dando prioridad a la mente racional. Somos seres tri-cerebrados que vivimos con una fracción de nuestro potencial.
La herramienta será la atención y el objetivo la observación de la mente para conocernos más profundamente y alimentar lo esencial en nosotros. Así preparado, el docente llevará a su alumnado a darle prioridad al ser y no al saber hacer, desarrollándose una capacidad de crítica y conocimiento más allá de las informaciones.
Las prácticas meditativas serán el canal para recuperar nuestra intuición y claridad, favoreciendo así la integración de cuerpo, emociones y mente.
El objetivo también es reconocer el apego a una imagen idealizada y no realista de nosotros/as mismos/as y del otro, para desarrollar una comprensión profunda de las diferencias, la empatía, la quietud y la paz interna e interpersonal.
Día 12 de julio - Emociones y relación afectiva: Sabiduría relacional.
Formar docentes emocional y existencialmente competentes que compartan la comprensión de que la creación de una relación afectiva auténtica es inherente al proceso de aprendizaje. Es ahí donde el aula se convierte en un lugar de encuentro humano. Se hace imprescindible una relación auténtica que trascienda la auto exigencia, la idealización y el control. Esto genera una relación humana que facilita un cambio educativo y social.
Devolver al docente su función de referencia y guía para jóvenes en formación.
Darse cuenta del mundo emocional que se mueve en las relaciones y de cómo hemos construido una estructura no flexible que hace que no consigamos la satisfacción de nuestras necesidades y no sepamos comprender el mundo emocional del otro.
Es importante que el educador/a conozca sus mecanismos y dinámicas para entender cómo su estilo de personalidad interfiere en una buena relación con el alumnado, y que valore las habilidades que favorecen la buena relación y originan en consecuencia el aprendizaje.
Consecuentemente será una competencia para gestionar conflictos porque cada conflicto interpersonal tiene raíce en conflictos internos.